Historia de Metacom

Aquiles Rivera Edwards

Después de varias crisis económicas en el país, varias fábricas, una de lámparas y otras de muebles, nace Metacom de la mano de Aquiles Rivera Edwards. Este hombre inquieto por naturaleza siempre tuvo emprendimientos, lo aprendió de su padre de pequeño y siempre fue independiente. Desde que fundó Metacom en 1984 supo que tenía que dirigir la empresa de forma distinta para que perdurara en el tiempo y al poco andar incorporó a su hija que en esa época se titulaba de profesora.
Ahora todo debía ser más ordenado y profesional para hacer crecer el negocio y no pasar apuros cuando se presentara otra crisis. Su hija Marcela se encargó de ordenar las finanzas y ser su brazo derecho para aconsejarlo en los gastos e inversiones. Así se fue consolidando la empresa en un pequeño local y luego comprando varias propiedades en calle Cóndor dónde todavía funciona la compañía después de tres décadas. Pero no hay historias perfectas como decía Don Aquiles, todo tiene un costo y para perdurar hay que sacarse la mugre trabajando. Al principio fueron días de mucho sacrificio pero poco a poco la empresa fue creciendo. Uno de los cuadros importantes que tenía en su oficina era el sello del primer contenedor. La primera importación propia. Este fue el inicio del éxito de la empresa.
En los vecinos de calle Cóndor también dejo huella ayudando a cuanta señora se aparecía por la oficina. Pero hay dos personas muy importantes, Don Manuel el cuidador de autos que vivía en un sitio eriazo debajo de unos plásticos, al costado de Metacom y la señora  Elsa que vivía en una pieza pequeña prácticamente abandonada. Don Aquiles siempre se preocupó de ellos sobre todo cuando estaban enfermos y nunca les dejo de ayudar hasta que ambos murieron.
El Jefe, como le decían sus cercanos, al mismo tiempo que trabajaba intensamente, ayudó a fundar otras empresas del mismo rubro pensando en que debía apoyar a parientes y amigos, algo que muchos no hicieron con él cuando recién comenzaba. Esto también le valió muchas peleas y discusiones pero como hombre terco y emprendedor siguió adelante.

Pero no todo era venta de cables y conectores. Después de un tiempo y con la experiencia ganada en esos años y la profesionalización de ciertas áreas, nace una pequeña actividad que era propia de una profesora. Las capacitaciones. Es así como se implementaron cursos que eran apoyados por ingenieros de las distintas marcas que se representaban. La idea era capacitar a los clientes que se iniciaban en el rubro de las redes. Luego nuestros propios profesores se certificaron internacionalmente, firmamos convenios con instituciones gubernamentales y privadas para darle mayor consistencia al proyecto. El propósito es ser confiables con nuestros alumnos y en general con el mercado.
Este anhelo de enseñar y traspasar el conocimiento más intensamente, se vio cristalizado en el 2010 con la creación del Centro de Entrenamiento Tecnológico basado en el modelo de Educación Continua. Como no, Marcela también heredó de su padre la capacidad de emprender pero con una visión distinta, la educación. Ahora ambas empresas se complementan exitosamente y marcan diferencia en el mercado de las Telecomunicaciones.